años de vida recuerdo la ruta que hacía un bus urbano desde el barrio Villas de granada al Barrio La Candelaria sur en la ciudad de Bogotá, era el bus que servía para ir hasta donde aún vive mi abuela materna. El recorrido era de una hora sin contar el camino a pié desde la avenida (de mi casa a la calle 80 primero, al llegar era de la avenida Boyacá a donde mi abuela) y no voy a decir mentiras, muchas veces me mareaba en el bus. Estando pequeño, miraba siempre por la ventana, es más, me aprendí el recorrido de manera tal que una hora en un bus urbano no era tanto; casi nunca fuí de pié y una sóla vez volvimos a nuestra casa en el popular "trolebus" que fué el primer intento de transporte eléctrico en la ciudad (bueno, en realidad era oootro negocio más que el político de turno tenía para preservar su estilo de vida, como se lo pueden imaginar, no hubo final feliz ahí) recuerdo un bus desocupado y MUY lento.
Conforme se va creciendo la visión de todo cambia; en los años de adolescencia, el tomar un bus no era sólo el transporte, también era la "independencia" de moverse por la ciudad sin los padres y los viajes siempre iban cargados de otros asuntos: vendedores, cantantes, ladrones... el bus urbano que recuerdo tomó el nombre de "cebollero" dado que la gran mayoria de estos se encontraban en pésimo estado; por suerte ya existían otras opciones como era la Buseta (bus más pequeño con una sóla entrada), el bus ejecutivo (era un bus urbano mucho más grande) y el transporte colectivo (muy parecido a las camionetas escolares, algo incómodo) igual era toda una experiencia tomar estos transportes. Años después comenzó a funcionar el sistema Transmilenio (el que poseemos actualmente) ¿qué es? a grandes rasgos es un sistema de transporte masivo que consiste en, lo que bien podrían ser, 2 buses pegados que se movilizan por su propia vía y van recogiendo muchas personas en estaciones (paraderos con mucha capacidad de personas) diferentes, cubriendo una ruta de un extremo a otro de la ciudad.
Ya van más de 10 años con la inclusión de este sistema y curiosamente el panorama no es diferente al de mis años de adolescente: vendedores, cantantes, ladrones... lo que comenzó siendo un buen intento de organización en el transporte se convirtió en negocio de unos y en desfachatés de otros. Ser usuario de este sistema se ha convertido tal vez, en la mayor de todas estas grandes experiencias con el transporte público; lo cierto con este sistema, es que todo tipo de personas comparten espacio a diario, ya sean filósofos, intelectuales, ilustrados, analfabetas, ladrones, gente de negocios, estudiantes, vendedores, etc, todos comparten el mismo espacio... puedo citar muchas cosas que saltan de la coloquialidad al descaro, el caso de la persona que entra sin pagar, los que aprovechan una puerta abierta para cruzar la calle y prácticamente "escalar" para poder entrar y al rato está quejándose de lo mucho que el transmilenio afecta a la ciudad; o la persona que tiene en su cabeza la solución y la crítica justa a la indiferencia en la ciudad y la escribe mientras ocupa una silla destinada a discapacitados y personas de la tercera edad; o los que simplemente no le dan importancia a lo que ocurre pero pretenden que siempre se piense en sus necesidades como usuarios.
Esto no es la entrada de una estación, es una puerta abierta. |