miércoles, 24 de abril de 2013

Cronicas de un día de lluvia

Cuando estaba en último año del colegio, sentía que algún espacio cultural o "diferente" al ambiente académico era todo un desafío a la cotidianidad; al comenzar la universidad llegó a mi eso que llega a todo primíparo: sensasión de autonomía, paulatinamente se convierte en la "mente idealista" que pasa a ser un rol de "intelectual ilustrado salvador de las masas"... al final la rueda termina de girar y volvemos a lo mismo que éramos pero con más años encima. En todo este "circo mental" tuve la oportunidad de ir con mi mejor amigo  a uno de tantos espacios que ofrece la ciudad donde vivo: La Feria del Libro (cabe anotar que fuimos por nuestra cuenta)... durante tres años no paramos de hacer este plan tan "alternativo e intelectual" luego comencé a ir sólo y al final rara vez podía asistir. En esos años ví cómo paso a ser "Feria INTERNACIONAL del libro", luego "Feria internacional del libro en Bogotá" y pues con algo de tristeza veo la pereza con la que nuestros "creativos" deciden llamarla hoy en día "FILBO"... en fin.

Decidí volver después de muchos años por mi propia cuenta; el día era algo gris (de hecho la lluvia no perdonó) pese a eso, armado de una sombrilla (paraguas para los bien hablados) que bien puede ser útil para un puesto de comidas rápidas, tomé mi mochila y decidí ir. Al llegar lo que me esperaba se dió: la lluvia logra anular las ansias de leer... aunque es curioso cómo existe una "feria internacional del libro" en un país donde el promedio de lectura son 3 libros al año. Sorprendido por la económica entrada, ingresé, mi pregunta ahora era: ¿cómo debo recorrer el lugar? si el que lee esta entrada ha podido leer otras, sabrá que no soy precisamente parte del "selecto grupo de las mentes brillantes", así que esta pregunta era importante para mi, al no encontrar respuesta decidí caminar.

Antes de continuar explicaré brevemente cómo es esto: en un lugar con aproximadamente 9 bodegas (unas con dos pisos) se colocan al interior de cada una una gran cantidad de "stans" (o como sea que se escriba) cada uno pertenece a una librería, editorial o periódico, con el fin de, en este caso, poder llevarle "literatura" a quienes les gusta y a quienes no, ahora si continuo. Ingresé a la primera bodega con la idea de sólo observar, a la luz de muuuuuuchas editoriales que me estaban vendiendo "lo mejor" encontré un lugar con libros usados, intenté indagar más pero de la nada escuché: tun taca tucututucututun! el sencillo sonido de un tambor que me llevó a dónde sería mi verdadera parada. Al llegar me reciben de una fundación que combate el analfabetismo, palenqueros graduados de allí me ofrecen el "libro de cocina típica cartagenera" y unos cd's de un tamborero que andaba por allí, después de una larga parada decidí continuar.

En la mayoría de bodegas encontré lo mismo: "aquí está el mejor libro porque lo hicimos nosotros", pero en dos de ellas encontré ese "oasis" en donde se encontraban esos libros usados, viejos, remendados, con hojas amarillas y lomos desgastados, esos libros que muestran que no sólo fueron leidos una vez ni dos, sino un sin fin de veces; con ganas de verlos todos decidí salir a almorzar. La lluvia aumentaba a la vez que la gente disminuía y en el momento del almuerzo algo curioso ocurrió, buscando lugar encontré el sitio que tenía el plato perfecto... algo costoso, decidí seguir buscando hasta que encontré un lugar cuyo letrero se veía opacado entre tanto anuncio vistoso y muy bien publicitado, encontré el mismo plato pero a mejor precio, lo compré y comí mientras veía a todos buscando el mejor "stan" para comer... bueno, ahora a continuar mi "roce con la literatura". Volví con los palenqueros, compré sus discos, hable con todos, fuí de nuevo a esos oasis, escuché música, entré a dos conferencias y en ese transcurso el sol salió y con este llegaron los "ilustrados" que ya me hacían falta jeje.

"El autor lo hizo mejor antes" " le faltó investigación" "esa historia es muy monótona" "yo supe de este libro antes que saliera la película" "el problema es que ignoramos nuestra ignorancia" WOW que reflexiones tan "acertadas" escuché antes de que volvieran sus ojos y su vida entera al teléfono inteligente (el cual supongo que lee por sus dueños). El día ya moría, el cansancio ya me estaba ganando y el riesgo de lluvia era inminente, así que decidí ver una muestra de danza y de música antes de irme, la verdad no me arrepiento de haber esperado, una vez más corroboré lo muuucho que nos falta de entrega en el arte (sera tema para después) el cuerpo me dijo "no más", entonces decidí irme. Las ganas de volver en ocho días están vivas, si es un día lluvioso sé que será bueno, espero encontrarme con más personajes  "de literatura" que con "mentes brillantes". Pásenla bien, CHAo