
Iniciando semana, día dos de esta crónica. Después de un día largo cantando pude recordar varias cosas, entre ellas que una de las claves de este país es el desorden, en otras palabras, el caos nos permite ser jeje. Me voy a referir a Bogotá primero; si salimos toca estar cautelosos y atentos con los ladrones, porque si nos atracan nadie va a ayudarnos; si pensamos en llamar a un policía posiblemente por algún tipo raro de descarte, nosotros seremos los delincuentes; cuando tomemos un bus debemos ser testigos de: vendedores que ignoramos, mendigos que ignoramos, desplazados que ignoramos, indigentes que ignoramos, usuarios del transporte público... que ignoramos; si decidimos tomar un transmilenio el asunto cambia: empuje, suba, aguante y salga; si vamos caminando podemos ver al vendedor ambulante y al que esconde las dosis personales junto con los elementos robados... curiosamente le compramos al segundo; si alguien se santigua seguramente lo miraremos mal; si vamos a un parque a tratar de respirar y tomar un nuevo aire, alguien saca un cigarrillo.
Si viajamos por carretera todo pasa a ser un "paisaje por la ventana"; si vamos a un pueblo lo convertimos en una discoteca, un hotel, un motel, una caneca y hasta en una gallina de huevos de oro; si hablamos no escuchamos, si escuchamos no creemos, si creemos ignoramos (de nuevo, como en el bus); ahora bien, resulta que no existe problema más grande que el que nos afecta a nosotros, si nos quitan plata, si no podemos entrar, si no podemos salir, si no me dejan hacer, si no les gusta que hagamos... lo curioso es que el problema desaparece "en el mundo" por arte de magia cuando ya no nos afecta. Las vidas de muchos funcionan como una casa con goteras, el asunto es que ninguno quiere arreglarlas pero tampoco se quiere mojar.

Resulta que las convicciones de muchos son tan fuertes que sienten necesario que el otro las comparta y las profese a toda costa, su credo, su religión, su espiritualidad... partiendo del prejuicio (porque cuántos de los que leyeron eso no pensaron en la iglesia católica... resulta que no hablo de ella) siempre encontraremos y nos daremos las artimañas para encontrar una que haga quedar bien a la que nos gusta. Todos tenemos la razon y ninguno de nosotros se equivoca, pero la culpa de las cosas la tienen otros; la excusa puede ser cualquiera pero todos le quieren llamar libertad, la misma que usan más que un madrazo pero que le han achacado todo el sentido del mismo; nos escandalizamos por los robos, asesinatos e injusticias, por la falta de conciencia y el egoísmo, por la indiferencia y discriminación, pero resulta que todas esas cosas en nuestras manos pasan a ser "cualidades de admirar".
Pregunto entonces: ¿los mayas dijeron que las cosas acaban (cambian se reacomodan lo que quieran) este viernes? para mi hace mucho tiempo pasó y los mayas (los mismos que se acabaron por mano propia) no lo tallaron en ninguna piedra para que la gente lo "reflexione". Que sigan saliendo a la luz piedras talladas y "visiones apocalípticas", creo que ya nos cansamos de dañar todo y necesitamos otro pasatiempo (sarcasmo, hermoso y muy sincero sarcasmo)... los lunes son desgracia cuando en realidad ignoramos lo hermoso de iniciar otra nueva semana (irónico si lo pensamos desde el sensacionalismo del dichoso calendario) Pasenla bien CHAo
Lo del Domingo Pensando en el Martes
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y entonces, ¿qué piensan ustedes?