martes, 18 de diciembre de 2012

Crónicas del fin del mundo: Martes de caridades

Otro asunto que me gustaría traer a acolación, es la "labor humanitaria desinteresada" que se practica hoy en día. Si bien no me opongo a que se colabore, en que se ayude y que se pueda en cierta manera mejorar algo, creo que en ciertas ocasiones (la mayoría diría yo) es mejor guardar silencio y sólo hacer; creo que he comenzado a tomar cierto repudio por los trueques entre ayuda y aplausos. Para muchos la palabra ayuda se encuentra enmarcada en estratos bajos, comunidades sumidas en la miseria, lugares peligrosos y cualquier otro lugar que no sea "la comodidad de su hogar", en otras palabras: cualquier lugar donde las condiciones de vida sean inferiores a las que tengo; atención NO ESTOY DICIENDO que este porcentaje de la población no requiera de atención y colaboración, sólo digo que para muchos esto se convirtió en el estandar.

En esta medida, muchas personas utilizan este estandar como "vitrina", encontrando el acto humanitario como un cartón de Bingo, un pasatiempo más o simplemente un hobby ¿porqué lo hacen? alimentar el ego, demostrarle al mundo que aunque no les importe su propia vida, su salud, su familia, son seres humanos dignos de "admiración, depronto quieren retomar el asunto de las indulgencias e iniciar un abono, quizá hacen tan desdichadas a otras personas que necesitan publicar sus "actos heróicos" para poder dormir tranquilos, sea lo que sea que los mueva, será un gran misterio para mi.

La persona que sirvió desayunos un día a indigentes, no sin antes prevenirse de que no la roben, la que fué a jugar con niños de barrios populares pero nunca pudo abrazarlos plácidamente por miedo a los piojos, la persona que fué al ancianato pero que no tuvo tiempo de hablar con nadie... no interesa cuál sea, siempre sabremos lo "mucho" que hizo porque de alguna forma lo gritará a los cuatro vientos, se tomará fotos, grabará videos, nuevamente pregunto ¿porqué lo hacen? porque la persona más desafortunada que yo suele ser mi boleto a la "fama". Es como el que quiere ser humanitario vía facebook y nos inunda de imágenes con frases cursis, nos pide seguir su cuenta de twitter humanitaria, etiqueta a todos en sus miles de fotos de vacaciones por el mundo donde usa una camiseta o una gorra con el logo de la "fundación social" a la que pertenece... lo más triste es que siempre hay un millón de palabras y una modestia que si fuera comida acabaría con el hambre en África.

Ahora, ¿será que los mayas también tayaron eso en sus piedritas? digo, que habrían personas tan egocéntricas que se enorgullecen de ser "humanitarios" y tener "conciencia" sólo para mirar cuántos aplausos y cuántos comentarios pueden recibir acerca de sus heróicos actos. En lo que a mi concierne, la necesidad no tiene estratos o nivel de educación y mucho menos entrada económica (pregúntenle a los que rehabilitan jóvenes hijos de padres adinerados) y el mejor acto de caridad es el que permanece mudo pero contagia a otros, ayudar con lo que se tiene mas no con lo que nos sobra. Porque tengamos o no tengamos, porque seamos ricos o pobres, porque nuestra educación sea pública o privada, porque nos movamos en bus o en carro, este afán por ser aplaudido tomando como piso para su altar verdaderas necesidades, no debe ser aceptado  Si en verdad queremos sentirnos útiles para el mundo tenemos que dejar de pensar que todo gira alrededor nuestro, ¿para qué queremos un apocalipsis o un cambio del mundo si nosotros ni siquiera contemplamos la idea de cambiar? Gracias a esos personajes silenciosos y anónimos que no necesitan armar todo un evento entorno a sus quehaceres, gracias infinitas a los que ayudan sin discriminar (nuevamente piénsenlo en ambos sentidos) creo que la clave para ayudar a la humanidad es aprender primero a ser humano. Pásenla bien CHAo

Lo del Lunes                                                    Pensando en el Miércoles

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